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BITÁCORA DE RAFAEL HIDALGO

jueves, 27 de febrero de 2014

El secreto de los Pitagóricos (nuevo video)



Filosofía para náufragos regresa de su prolongado naufragio con un nuevo video. 

En esta ocasión desvelaremos un secreto oculto en la noche de los tiempos... ¡¡el secreto de los Pitagóricos!!

sábado, 22 de febrero de 2014

Una reivindicación de la Edad Media frente a las vidas "mínimas"




"Porque, en efecto, se da la paradoja de que la Edad Media, que una estúpida historiografía nos ha pintado como un tiempo tenebroso y lleno de angustia, ha sido la sazón de las filosofías optimistas, al paso que en nuestra Edad Moderna apenas sí han resonado más que voces de pesimismo. ¿Es que el espíritu guerrero confía en sí por ignorar los males del mundo? De ninguna manera: conoce tan bien como Schopenhauer todo el dolor cósmico, prevé el riesgo y subraya la angustia de vivir. Pero ¡ahí está!... Ante el mismo hecho, ante la misma realidad del dolor y el peligro, la actitud espontánea es opuesta. (...) Son éstos reconocidos de tal suerte como esenciales a la vida, que no se ve en ellos la menor objeción contra ésta, y, en consecuencia, se cuenta con ellos y, en vez de organizar las cosas con la casi exclusiva mira de evitarlos, se los acepta. (...)

Es curioso que quien siente menos apetitos vitales y percibe la existencia como una angustia omnímoda, según suele acaecer al hombre moderno, supedita todo a no perder la vida. (...) el valor supremo de la vida -como el valor de la moneda consiste en gastarla- está en perderla a tiempo y con gracia. De otro modo, la vida no se pone a carta ninguna y meramente se arrastra y se prolonga en el vacío de sí misma, ¿qué puede valer? ¿Va a ser nuestro ideal la organización del planeta como un inmenso hospital y una gigantesca clínica?

Esta es la manera de sentir propia del espíritu industrial, del ánimo burgués. Quiere a toda costa vivir, y no se resigna a reconocer en la muerte el atributo más esencial de la vida. A este fin emplea el único procedimiento hábil para alargarla, que es reducirla a su mínima expresión, como hacen ciertas especies animales al sumirse en el sueño invernal. Los biólogos han dado a éste el nombre de vita minima."


Ortega y Gasset. Notas de vago estío (El Espectador). 1926


jueves, 20 de febrero de 2014

Resolviendo la "duda"




En la anterior entrada planteaba una pregunta, "¿qué es lo que menos cuesta?", y lo cierto es que las respuestas no han dejado de sorprenderme. Todas aportan diversas perspectivas que iluminan algún aspecto de la realidad.

Hay quien ha señalado nuestra capacidad de pensar. De hecho incluso dormidos nuestro cerebro elabora sueños y sentimientos. Otra persona lo ha interpretado desde un angulo distinto subrayando el esfuerzo que supone forjarse un criterio, no dejarse arrastrar, que es lo fácil.

También se ha hablado de dar consejos. Qué gran verdad. Lanzamos discursos que no se ven correspondidos por los hechos, porque estos sí que cuestan.

Fernando ha señalado lo lacónico de la entrada como poco costoso, y además de arrancarme una carcajada me obliga a darle la razón.

Hay otras cosas que no cuestan y sin embargo traen grandes bienes, como "una sonrisa, una palabra amable, un gesto bonito". Me lo apunto en mi última neurona viva para tratar de ponerlo en práctica.

La mentira como escapatoria fácil también está ahí, como lo está el pensar en uno mismo despreocupándose de los demás o dejarse llevar por los instintos (por ejemplo, el instinto de comprar barato en una tienda de chinos...). Afortunadamente Manonegra advierte de un oxímoron transmitido de padres a hijos desde hace cientos de generaciones: "todo lo barato es caro".


Bueno, yo aporto mi respuesta, que no es sino una respuesta más, ni mejor ni peor que las otras, tan sólo una perspectiva a añadir: lo que menos cuesta es lo que se hace por amor. Cuando algo cuesta mucho es que se ama poco.

Tenía pensados varios ejemplos pero dadas las aportaciones recibidas creo que es mejor que cada cual medite esto un poco y valore la aplicación que puede tener en su vida concreta.

¡Muchas gracias a todos los participantes, sois un privilegio!

martes, 18 de febrero de 2014

Una sencilla pregunta



¿Qué es lo que menos cuesta?


Se admiten propuestas...

jueves, 13 de febrero de 2014

Bélgica o la vanguardia de la muerte




Cuando escribo esto es tarde, muy tarde. Estoy agotado, pero también consternado, y esto último me lleva a no guardar silencio, no callar ante la inicua ley que ha aprobado el parlamento belga y que a no mucho tardar comenzará a tener ecos en otras partes, probablemente aquí mismo.

La citada norma va a permitir practicar la eutanasia a niños. Parece ser que en Holanda ya existe una ley que va en esa línea, aunque allí establece un mínimo de 12 años de edad en los “solicitantes”(?!). Bélgica da un paso más y permite que cualquier niño “que tenga capacidad de discernimiento”, sin especificar la edad, se “acoja” a “su derecho a una muerte asistida”, eso sí, previa bendición de un comité de hechiceros dispensadores de vida y de muerte. Aquí está con todo su descaro la mentira, la ruin, manida y letal mentira del “derecho”, “derecho a una muerte asistida”.

Como advertía García Trevijano en su Discurso de la República, "entre esas palabras mágicas que componen el vacío de los discursos políticos, con imágenes de generosidad (solidaridad), de esperanza (progreso) y de sabiduría técnica (modernidad), hay una voz relativa a la justicia que se tiene reservada para zanjar discusiones conflictivas entre ambiciones sociales opuestas o divergentes: derecho, tener derecho. El bando que consigue designar con la palabra derecho a su ambición, y que así la llamen quienes no están comprometidos en el pleito, ha comenzado a ganarlo". Y es lo que hacen los amigos de la muerte, sacralizarla como un derecho. El asesinato legitimado por la sensiblería.

Se ha borrado una línea más. Ahora los padres, acongojados por el sufrimiento de sus hijos, se plantearán algo que en otras circunstancias no se les habría pasado por la cabeza: “¿sacrificamos a nuestro pequeño?” Claro que la deshumanización subsiguiente, demostrada en casos como el aborto, hará que esta cuestión se vaya formulando más tempranamente, por ejemplo cuando la atención a un hijo enfermo represente demasiado sacrificio. “A fin de cuentas –clamarán los sepultureros- hay vidas que no merecen ser vividas”.

Primero se lanzan a la opinión pública casos extremos, impactantes, que nos desarmen, luego, con la puerta abierta, quién sabe… Y así, del “más le valdría morirse” pasaremos al “¿y por qué no lo matamos?”

No será el último paso. ¿Por qué esperar a que el niño se pronuncie si de bebé ya podemos ahorrarle el mal trago?; con esa deformidad, o esa limitación intelectual su vida no vale la pena.


Comprendo la conmoción que causa la enfermedad cuando se contempla en los niños. Los miedos, congojas, agotamiento (que también de esto hay mucho) que provoca en los padres. Alguna vez he hablado de los diversos ingresos que tuvo mi sobrina pequeña y de los niños que conocimos y se quedaron en el camino. No puedo ni quiero imaginar qué sería ver sufrir gravemente a una de mis hijas. Pero hay líneas que no debemos cruzar. Hay líneas que marcan hasta donde podemos llegar, no tenemos atribuciones para ir más allá. En esos casos nuestra única alternativa debe ser el amor, que es lo que un niño (y un adulto) demanda, y aquí eso de amar hasta que duela se hace tangible, terriblemente tangible, pero también benditamente tangible.



viernes, 7 de febrero de 2014

Doble centenario



Este año se cumple un doble centenario, el del nacimiento del filósofo Julián Marías y la publicación del primer libro de su maestro Ortega y Gasset, "Meditaciones del Quijote".

Y para conmemorarlo se va a celebrar un congreso los días 2, 3 y 4 de abril en la Universidad de Sevilla que contará con la presencia de personalidades de la talla de Harold Raley o Francesco de Nigris entre otros. Los organizadores, entre los que se encuentra el activo Manuel Carmona, han tenido la gentileza de invitarme a mí también.

Recuerdo el deslumbramiento que sentí la primera vez que leí "Meditaciones del Quijote". Su belleza, el estímulo intelectual que producía y la conciencia de que aquel torrente poseía más agua de la que yo entonces era capaz de asimilar. Luego llegaron renovadas lecturas de aquel libro y en cada una de ellas nuevos descubrimientos y deleites.

Respecto a Marías qué decir. Tomo prestadas una palabras de Harold Raley que Manuel Carmona recoge en su revista digital Rick´s Café:


"En un siglo o dos los españoles se van a quedar asombrados, pasmados, al darse cuenta de que han producido a los máximo pensadores de nuestra época. Una vez más le ha tocado a España descubrir un nuevo mundo. Me honro, por tanto, en asociar modestamente mi nombre con ellos. Mi deseo ulterior es que esta filosofía se arraigue en suelo americano. Porque esa filosofía también es nuestra por ser de pura cepa occidental". 

martes, 4 de febrero de 2014

Tú y yo, ¿vencedores o vencidos?



Sobre los más destacados juristas nazis ha recaído una sentencia condenatoria. No obstante, el brillante abogado que los ha defendido (interpretado por el actor Maximilian Schel) acude a despedirse del juez norteamericano (Spencer Tracy). En su conversación aprovecha para lanzarle un reto:

-        Voy a hacerle una apuesta.

-        No hago apuestas.

-        Una apuesta entre caballeros. Dentro de cinco años los hombres que ha condenado a reclusión perpetua estarán en libertad.

-        Señor Rolfe, he admirado su labor en la sala durante muchos meses; es usted particularmente brillante en el empleo de la lógica, por lo tanto, lo que usted dice puede muy bien suceder, en efecto. Es lógico en vista de la época en que vivimos. Pero ser lógico no significa ser justo, y no hay nada en la tierra que pueda hacerlo justo.

La escena pertenece a la película “Vendedores o Vencidos” (Judgment at Nuremberg).
Y ahora, mirando a ETA y su proyecto de ingeniería social, creo que es legítimo que nosotros nos formulemos esa misma pregunta, ¿somos vencedores o vencidos?








lunes, 3 de febrero de 2014

Una mirada desde las artes marciales: Alberto Marco




Aquí van algunas reflexiones y anécdotas de Alberto Marco, entusiasta de las artes marciales y compañero de Dojo.

La entrevista se enmarca dentro de la preparación del documental en torno a la figura del maestro y escritor Santos Nalda (5º Dan Aikido).

Alberto Marco ostenta el 4ºDan de Aikido y el 2º Dan de Karate.